domingo, 30 de septiembre de 2007

Duele...


Esto es, sin duda, lo más difícil que he hecho en toda mi vida. Por una vez que decido hacer lo que debo, como haría un adulto, y es como si me quemara viva.
Me duele, me duele no verte.
Se ha roto el corazón que colgaba de mi móvil, ese que puse un día esperándote cuando habíamos quedado y llegabas tarde, y que tanto me recordaba a ti. En vez de arreglarlo, he puesto una extrellita, pero da igual, porque tu foto sigue saliendo en el móvil de vez en cuando, aleatoriamente, entre las demás, y me dan ganas de llorar cada vez que te veo, y debería borrarla, pero no puedo, porque a veces me gusta mirarla.

Sólo hace dos semanas que no te veo, y siento que hace años.
El otro día estuve en Madrid, en la noche en blanco, o como se llame. No me gustó. A las dos volvimos, y cuando llegamos a las 3 o así a Avenida de América para coger el bus, había tanta gente que perdimos 3 (hasta las 6 no salimos de allí).
Imagínate, 3 horas ahí tirada, mientras mis dos amigas jugaban a palabras encadenadas para no acabar congeladas, y yo me puse a oír música (error). Todas las canciones de la radio hablaban de ti. Y ese sitio... No hacía más que vernos en él, sentados en el banco de al lado, esperando el bus...
... me vi a mí cruzando la calle corriendo para no perderlo, la primera vez que quedé contigo, y me daba igual realmente no saber dónde tenía que cogerlo ni si lo perdía, porque estaba tan feliz... Y siempre que pienso esas cosas acabo llorando, porque me duele muchísimo, y te echaba tanto de menos que pensé en llamarte, o lo que sea, porque a lo mejor piensas que no me acuerdo de ti, aunque me acuerdo a cada segundo, y te dije que sería así.

Le dije a mi amiga que estaba preparada para ir a Madrid, pero acabé llorando en una cera de Avenida de América, mientras me congelaba y deseaba que cualquiera me diera una razón para pegarle y así desahogarme... Supongo que no era cierto, no debí ir.
Hoy quizás vaya al Retiro y a Príncipe Pío. Espero ser más fuerte. He dormido más, y no tengo porqué recordarte, y no voy a escuchar la radio... Todo tiene que ir mejor.

Después de eso, quería escribirte un mail, pero no puedo, no debo. Tengo que olvidarte, y por ahora voy bastante mal, ¿sabes? No estoy ni cerca. Sigo queriéndote lo mismo. Así que lo escribo aquí, que es lo mismo, pero es imposible que lo leas. Quizás así se me quita de la cabeza esta necesidad de escribirte o llamarte o algo... Me muero por saber de ti. ¿Estarás bien? ¿Me echas de menos, o ya me has olvidado?

Esto es horrible...
Te quiero, cariño. Y eso me duele tanto...



(Todavía soy tuya)

Y mi cabeza que no para de pensarte... Y cómo pesas...
(Huecco, Idiota).

No digas que no pienso en ti; no hago otra cosa... que pensar(te)...
(Alejandro Sanz)

No hay comentarios: