viernes, 21 de diciembre de 2007

¡Estoy harta...

... de no poder irme a dormir sin pensar en ti durante horas.
... de recordarte cada cinco minutos, esté donde esté y haga lo que haga (y tú no te acuerdes nunca).
... de echarte de menos y querer verte... (aunque tú prefieras ver a un mono antes que a mí).
... de desearte a todas horas (aunque tú no me hayas deseado nunca).
Estoy harta de no poder olvidarte.
Es tu culpa, que lo sepas. Te odio !


Pd: Te quiero. Espero verte pronto, un beso

(yo también puedo cambiar por segundos. No eres el único).

Siempre tuya...

miércoles, 19 de diciembre de 2007

¡Feliz día!




Supongo que, después de todo, no cambiarás de opinión. Si es así, sólo espero que tengas un buen día. De todas formas, me prepararé por si me avisas en el último segundo, y espero que así sea;)












Una hadita esperando esperanzada:)

martes, 18 de diciembre de 2007

Deseos

Últimamente me siento fatal. Horrible. Mucho peor que de costumbre. No sé porqué, pero es así, y no lo aguanto.

Pero ayer, Peter, no estaba enfadada, aunque tú creyeras que sí, no me enfadé ni una vez, ni me molesté por nada. Sólo estaba triste, tremendamente triste, como lo estoy últimamente, un poco menos, porque siempre me alivias, no sé porqué. Sólo era eso, tristeza, me sentía mal, pero gracias por hacerme sentir un poco mejor, o incluso bien, la mayoría de la tarde.

Sólo estaba triste, mirando cómo me obligabas a no comprarte ningún regalo, cómo te empeñas en apartarme de tu lado. Sí, es una estupidez un cumpleaños, y qué? A mí me gustan las estupideces: me encantan los regalos, las hadas, los sueños, los dulces, el Retiro y ese estúpido árbol de Navidad que ponen en él...

-¿Por qué eres así? - Esa pregunta salió casi sin darme cuenta, y la habría retirado justo después, y si me hubieras preguntado qué respuesta esperaba, no habría tenido ni idea de qué decir. No quise decir eso, me arrepentí, lo sentí muchísimo, y sin embargo, allí estaba yo, siguiendo mi monólogo: -Tus padres son normales... Te han tratado bien... No deberías intentar apartar así a la gente de tu lado... No te entiendo.

Y sin embargo, a lo largo de la tarde, tú me dijiste:
- ¿Y ahora por qué estás tan feliz, tan bien? Antes estabas enfadada -ya te he dicho que no era enfado, claro que tú no lo sabías- y ahora, ¿por qué has cambiado?
Me dijiste que no me aguantaba ni yo, y te dije que era cierto, que seguramente la persona que menos me soportase fuera yo. Y ya lo había pensado antes, que cómo espero que alguien me aguante si yo soy la primera que me odio a mí misma, y sí, hasta me caigo mal, si se puede decir eso de uno mismo.

¿Y por qué deseos? Hace unos días, bastantes, cuando ya vi que este mal estar exageradamente pronunciado no se me quitaba y se iba a quedar mucho tiempo conmigo, por lo que iba a tener que aceptarlo y acostumbrarme a él, empezaron a volverme deseos a la cabeza. Recordé a una chica que se suicidó en el portal de al lado, se tiró por la terraza. Y no es verdad eso de que siempre que alguien se tira por un sitio se da cuenta antes de darse contra el suelo de que todos sus problemas tienen solución, excepto el de estar cayéndose (lo leí no sé dónde) porque esa chica, cuando estaba en el suelo, y la intentaban ayudar, sólo dijo: "Y encima no me moriré...".
Al final lo consiguió. Me alegro por ella.
Ya me estoy yendo por las ramas... Pues eso, hace unos días empezó a rondarme esa idea por la cabeza, otra vez, dejar caer mis muñecas sobre un cuchillo muy afilado, y que la sangre brotara hasta que me muriera. Por si acaso, me tiraría por la ventana, y si fallara también el golpe, siempre podría morirme de frío...
Esta vez, en estos "deseos" (que se parecen bastante a mis sueños, por la forma en que me siento y los imagino) surgió algo distinto. Surgiste tú, Peter. Deseaba ver el daño que te hacía ver mi cuerpo muerto, congelado, demasiado tarde para cambia nada ya. Imaginé mi sangre recorriendo tu rostro (lo sé, no tiene ningún sentido, a mí también me sorprendió, y no me pega, no soy tan morbosa, pero a veces no controlo mis "sueños"). Pensé que eso te haría tanto daño... Y no sé porqué, pero quería que sufrieras más que nada...
Ya no quiero, vuelvo a estar igual, simplemente triste. Aunque a veces me acuerde de ese deseo, lo ignoro, porque hace tiempo que acepté que yo no tenía valor para hacer nada de eso.
Ahora, mis deseos se limitan a que esta sensación desaparezca. Nunca me he sentido del todo bien, pero dios, esa situación de estar "normal tirando a mal o a bien, según el segundo" se echa de menos desde este lado del río...
También deseo adelgazar, qué tontería.
También, aprobar.
Además, te deseo a ti, y deseo tus labios, pero no pasa nada... Porque si te parece mal, como me dijiste ayer, no volveré a hacerlo. Tienes toda la razón. Como quieras... Como siempre.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Pesadillas

Recuerdo estar un día en tu casa. A lo lejos, veía toda la ciudad por la ventana (me encantan esas vistas), y de cerca, te diste la vuelta, tu espalda, desnuda, frente a mí. Tu piel, perfecta. La acaricié y la besé. La rodeé con mis brazos, mientras seguía besándote. No esperaba nada, no sé porqué, pero contra todos mis pronósticos (como siempre, claro. Ya te he hablado de que siempre rompes mis perfectos planes) cogiste mis manos e hiciste que te abrazara más fuerte. No lo esperaba, pero me encantó, aunque no sepa explicarlo. A la vez que me sentía tan bien, sin que yo pudiera evitarlo, sin entenderlo, surgió de lo más profundo de mi cabeza el pensamiento de que te tenía, de que era realmente cierto, y eso era demasiado bueno... Casi al instante, una vocecita me respondió que eso no podía durar.
"¿Lo sabes, verdad? ¡Campanilla! ¡¿Cómo te has dejado sorprender?! ¿Acaso no te he enseñado nada?"


Entonces, como si me hubiera sumergido en un pensadero de Harry Potter (os jodéis si no entendéis de lo
que hablo) todo se desvanece y aparezco a sólo unos metros de esas vistas, en tu cama. Me siento más desnuda que nunca. Me siento como una niña pequeña. Tengo miedo, no puedo vencerlo, y lo peor es que no sé si algún día podré. Me abrazaste, y sólo sentir tu piel contra la mía me hizo olvidarme de todo, todo el remordimiento y el miedo que me perseguía. No importaba que fuera a volver en poco. En esos momentos, no existía nada más para mí que tú y yo. Como tantas veces, incluso ahora, sólo con un abrazo consigues que toda la ciudad desaparezca para mí y se hunda bajo nosotros.
Pero eso nunca dura, y en las pesadillas, al menos en las mías, todo se desvanece de repente, y vuelvo a aparecer, y vuelves a aparecer, como tantas veces, cansado. Hemos vuelto a discutir, he vuelto a robarte algo de tu energía vital, algo de tu mundo y, por qué no, quizás algo de tu alegría. Como tantas veces...
Pero esta vez, me dijiste algo muy distinto. Me preguntaste cómo podía decir que te quería, cuando veía cómo estabas y seguía machacándote...
¿No recuerdas, Peter, que fue con eso con lo que me convenciste de todo esto?
Dios, nunca me arrepentiré lo suficiente...

Yo sólo sueño despierta. Rara vez mi mente me forma un sueño bonito inconscientemente.
Sin embargo, también tengo pesadillas despierta. Porque muchas veces, todos mis recuerdos me llevan a otros que no me resultan agradables, esos que intento enterrar, pero eso lleva su tiempo... y tampoco me gusta olvidar nada, porque todo es parte de nosotros, ¿no?
Sobre todo, porque siempre he pensado que puedes olvidar el hecho, pero la sensación sigue ahí. Creo que eso es lo que haces tú, Peter. Nunca vas a olvidar todo lo que he hecho, porque siempre sentirás algún pinchazo, aunque no sepas porqué.
Tengo muchas preguntas que me gustaría que Dios que contestara, además de porqué tengo que estar aquí... Por ejemplo, ¿por qué las pesadillas siempre empiezan disfrazadas de sueños? Y si es así, ¿podría ser esto una pesadilla?
Cuando te despiertas de una, sientes alivio. ¿En ese caso, me despertaré de esta tortura y todo será como antes, algún día? ¿Volveré a sentir algún día esa incertidumbre cuando me abrazas?
Ahora creo que no, pero todo es posible...

[Esta entrada la terminé ayer a las 3:45 a.m. Decidí releerla un poco más despierta antes de publicarla, por si desvariaba mucho al final, pero bueno, la he publicado, aunque sí desvarié bastante...]

Say you'll never leave me now, say you're gonna love me now
(SORAYA ARNELAS - DOLCE VITA
)

martes, 4 de diciembre de 2007

El as de guía (de Florette)

Bueno, hace mucho que no veo a Peter, demasiado. Ya empieza a escocerme, pero qué se le va a hacer, el p. trabajo y el p. instituto...
Ayer mi corazón saltó cuando vi que el sms que me había llegado era suyo. Me sorprendió, y me puse muy feliz, porque dijo que me echaba de menos... Si él me echa de menos, yo voy a explotar de un momento a otro. Si no le veo pronto creo que me moriré...

Bueno, cambiando de tema, que desde que Peter encontró este blog no me hace mucha gracia hablar así...

Hace tiempo empecé a meterme en un blog de BDSM. Ante todo, que quede claro que yo no creo que nunca hiciera nada así. Sólo me llama la atención, y me gusta leerlo, pero no para mí.

Dicho esto, cito textualmente: "(Miércoles 22 de febrero de 2006). En fin, es así como entiendo yo una relación bdsm, yo encuentro mi placer obedeciéndote, haciendo exactamente lo que a ti te haga feliz, deseando lo que tu desees, disfrutando de ser instruida por ti, modelada... y pienso que es recíproco, pues tu disfrutas con mi entrega y sumisión." Esto lo escribió Florette en uno de sus primeros post, y me parece que describe perfectamente estas relaciones, o al menos la suya, que al fin y al cabo es como yo creo que deberían ser todas (no sé si lo serán, no sé mucho de eso).
A la gente le pueden parecer muy chocantes este tipo de relaciones. Les parecen algo horrible. Lo confunden con el maltrato. Yo lo veo muy distinto. Leyendo ese blog no he llegado a otra conclusión que a la de que se quieren muchísimo, y me parece precioso, por eso. Por esa mutua comprensión y confianza a la que han llegado con tiempo y esfuerzo.

Yo no quería explicar todo esto, ni mi punto de vista. Sólo quería poner una entrada que me encantó, que me leyó el pensamiento cuando leí (Peter ya la ha leído, se la envié hace tiempo), pero he decidido explicar algo más, ya que la mayoría de la gente, como he dicho antes, está confundida respecto a este tema.

Bueno, aquí dejo esa entrada, que me encanta. Cuando la empecé a leer no vi a dónde quería llegar y por eso me resultó tan increíble. A estas alturas es relativamente difícil sorprenderme.
Pero es perfecta... Me encanta cómo lo escribió, o describió, y me lee el pensamiento. Yo no podría haberlo dicho mejor (he suprimido una parte con la que, lógicamente, no puedo sentirme identificada. El resto es igual):

(Miércoles 28 de marzo de 2007)

En esa exposición, nos acercamos al expositor, tomo un cabo y te pido que me recuerdes como se hace...

Recuerdos, aquella tarde también te lo pedí

... "Enséñame"

Sonríes

... "una serpiente, sale del lago, se enreda en el árbol y vuelve a entrar en el lago.... "

Recuerdos… sí como una serpiente has sido tú, enredándote en mis piernas, aprisionándome cada día más…

Intento, analizar, entender el porqué de esta sensación constante de bienestar, esta sonrisa que no se marcha de mi rostro y que tu mismo percibes.

[...]

Recuerdos...


-….sonríes-...los verdaderos marineros no necesitan de éste truco para hacerlo correctamente, pero a ti se te permite porque aun eres solo una grumete...

Practiqué toda la tarde, empeñada en aprender a hacer el as de guía como una autentica loba de mar, empeñada en agradarte, en hacerte sentir orgulloso de mi… descalza, en cubierta, acompañada del suave balanceo y la brisa salada del atardecer.

Y sonreí feliz cuando lo conseguí, y entre gritos te decía, ¡¡¡mira mira, lo he conseguido!!

-jaja... genial! con éste nudo puedes atar cualquier cosa sin miedo a que se deshaga, es el nudo más seguro... mientras más estiras, más fuerte se hace

Tú... has ido formando entre nosotros un nudo, tan fuerte como éste que me enseñaste a hacer ese verano... enredándote en mi, abrazándote, envolviéndome, subiendo por mis piernas, revolcándote en mi… encendiéndome. Tan firme que por más que estires... más aprieta

Aprietame... fuerte... hasta ahogarme…

En esta entrada, las partes en rosa fueron escritas por Florette
(http://laesclavadelbukanero.blogspot.com/)