viernes, 21 de diciembre de 2007

¡Estoy harta...

... de no poder irme a dormir sin pensar en ti durante horas.
... de recordarte cada cinco minutos, esté donde esté y haga lo que haga (y tú no te acuerdes nunca).
... de echarte de menos y querer verte... (aunque tú prefieras ver a un mono antes que a mí).
... de desearte a todas horas (aunque tú no me hayas deseado nunca).
Estoy harta de no poder olvidarte.
Es tu culpa, que lo sepas. Te odio !


Pd: Te quiero. Espero verte pronto, un beso

(yo también puedo cambiar por segundos. No eres el único).

Siempre tuya...

miércoles, 19 de diciembre de 2007

¡Feliz día!




Supongo que, después de todo, no cambiarás de opinión. Si es así, sólo espero que tengas un buen día. De todas formas, me prepararé por si me avisas en el último segundo, y espero que así sea;)












Una hadita esperando esperanzada:)

martes, 18 de diciembre de 2007

Deseos

Últimamente me siento fatal. Horrible. Mucho peor que de costumbre. No sé porqué, pero es así, y no lo aguanto.

Pero ayer, Peter, no estaba enfadada, aunque tú creyeras que sí, no me enfadé ni una vez, ni me molesté por nada. Sólo estaba triste, tremendamente triste, como lo estoy últimamente, un poco menos, porque siempre me alivias, no sé porqué. Sólo era eso, tristeza, me sentía mal, pero gracias por hacerme sentir un poco mejor, o incluso bien, la mayoría de la tarde.

Sólo estaba triste, mirando cómo me obligabas a no comprarte ningún regalo, cómo te empeñas en apartarme de tu lado. Sí, es una estupidez un cumpleaños, y qué? A mí me gustan las estupideces: me encantan los regalos, las hadas, los sueños, los dulces, el Retiro y ese estúpido árbol de Navidad que ponen en él...

-¿Por qué eres así? - Esa pregunta salió casi sin darme cuenta, y la habría retirado justo después, y si me hubieras preguntado qué respuesta esperaba, no habría tenido ni idea de qué decir. No quise decir eso, me arrepentí, lo sentí muchísimo, y sin embargo, allí estaba yo, siguiendo mi monólogo: -Tus padres son normales... Te han tratado bien... No deberías intentar apartar así a la gente de tu lado... No te entiendo.

Y sin embargo, a lo largo de la tarde, tú me dijiste:
- ¿Y ahora por qué estás tan feliz, tan bien? Antes estabas enfadada -ya te he dicho que no era enfado, claro que tú no lo sabías- y ahora, ¿por qué has cambiado?
Me dijiste que no me aguantaba ni yo, y te dije que era cierto, que seguramente la persona que menos me soportase fuera yo. Y ya lo había pensado antes, que cómo espero que alguien me aguante si yo soy la primera que me odio a mí misma, y sí, hasta me caigo mal, si se puede decir eso de uno mismo.

¿Y por qué deseos? Hace unos días, bastantes, cuando ya vi que este mal estar exageradamente pronunciado no se me quitaba y se iba a quedar mucho tiempo conmigo, por lo que iba a tener que aceptarlo y acostumbrarme a él, empezaron a volverme deseos a la cabeza. Recordé a una chica que se suicidó en el portal de al lado, se tiró por la terraza. Y no es verdad eso de que siempre que alguien se tira por un sitio se da cuenta antes de darse contra el suelo de que todos sus problemas tienen solución, excepto el de estar cayéndose (lo leí no sé dónde) porque esa chica, cuando estaba en el suelo, y la intentaban ayudar, sólo dijo: "Y encima no me moriré...".
Al final lo consiguió. Me alegro por ella.
Ya me estoy yendo por las ramas... Pues eso, hace unos días empezó a rondarme esa idea por la cabeza, otra vez, dejar caer mis muñecas sobre un cuchillo muy afilado, y que la sangre brotara hasta que me muriera. Por si acaso, me tiraría por la ventana, y si fallara también el golpe, siempre podría morirme de frío...
Esta vez, en estos "deseos" (que se parecen bastante a mis sueños, por la forma en que me siento y los imagino) surgió algo distinto. Surgiste tú, Peter. Deseaba ver el daño que te hacía ver mi cuerpo muerto, congelado, demasiado tarde para cambia nada ya. Imaginé mi sangre recorriendo tu rostro (lo sé, no tiene ningún sentido, a mí también me sorprendió, y no me pega, no soy tan morbosa, pero a veces no controlo mis "sueños"). Pensé que eso te haría tanto daño... Y no sé porqué, pero quería que sufrieras más que nada...
Ya no quiero, vuelvo a estar igual, simplemente triste. Aunque a veces me acuerde de ese deseo, lo ignoro, porque hace tiempo que acepté que yo no tenía valor para hacer nada de eso.
Ahora, mis deseos se limitan a que esta sensación desaparezca. Nunca me he sentido del todo bien, pero dios, esa situación de estar "normal tirando a mal o a bien, según el segundo" se echa de menos desde este lado del río...
También deseo adelgazar, qué tontería.
También, aprobar.
Además, te deseo a ti, y deseo tus labios, pero no pasa nada... Porque si te parece mal, como me dijiste ayer, no volveré a hacerlo. Tienes toda la razón. Como quieras... Como siempre.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Pesadillas

Recuerdo estar un día en tu casa. A lo lejos, veía toda la ciudad por la ventana (me encantan esas vistas), y de cerca, te diste la vuelta, tu espalda, desnuda, frente a mí. Tu piel, perfecta. La acaricié y la besé. La rodeé con mis brazos, mientras seguía besándote. No esperaba nada, no sé porqué, pero contra todos mis pronósticos (como siempre, claro. Ya te he hablado de que siempre rompes mis perfectos planes) cogiste mis manos e hiciste que te abrazara más fuerte. No lo esperaba, pero me encantó, aunque no sepa explicarlo. A la vez que me sentía tan bien, sin que yo pudiera evitarlo, sin entenderlo, surgió de lo más profundo de mi cabeza el pensamiento de que te tenía, de que era realmente cierto, y eso era demasiado bueno... Casi al instante, una vocecita me respondió que eso no podía durar.
"¿Lo sabes, verdad? ¡Campanilla! ¡¿Cómo te has dejado sorprender?! ¿Acaso no te he enseñado nada?"


Entonces, como si me hubiera sumergido en un pensadero de Harry Potter (os jodéis si no entendéis de lo
que hablo) todo se desvanece y aparezco a sólo unos metros de esas vistas, en tu cama. Me siento más desnuda que nunca. Me siento como una niña pequeña. Tengo miedo, no puedo vencerlo, y lo peor es que no sé si algún día podré. Me abrazaste, y sólo sentir tu piel contra la mía me hizo olvidarme de todo, todo el remordimiento y el miedo que me perseguía. No importaba que fuera a volver en poco. En esos momentos, no existía nada más para mí que tú y yo. Como tantas veces, incluso ahora, sólo con un abrazo consigues que toda la ciudad desaparezca para mí y se hunda bajo nosotros.
Pero eso nunca dura, y en las pesadillas, al menos en las mías, todo se desvanece de repente, y vuelvo a aparecer, y vuelves a aparecer, como tantas veces, cansado. Hemos vuelto a discutir, he vuelto a robarte algo de tu energía vital, algo de tu mundo y, por qué no, quizás algo de tu alegría. Como tantas veces...
Pero esta vez, me dijiste algo muy distinto. Me preguntaste cómo podía decir que te quería, cuando veía cómo estabas y seguía machacándote...
¿No recuerdas, Peter, que fue con eso con lo que me convenciste de todo esto?
Dios, nunca me arrepentiré lo suficiente...

Yo sólo sueño despierta. Rara vez mi mente me forma un sueño bonito inconscientemente.
Sin embargo, también tengo pesadillas despierta. Porque muchas veces, todos mis recuerdos me llevan a otros que no me resultan agradables, esos que intento enterrar, pero eso lleva su tiempo... y tampoco me gusta olvidar nada, porque todo es parte de nosotros, ¿no?
Sobre todo, porque siempre he pensado que puedes olvidar el hecho, pero la sensación sigue ahí. Creo que eso es lo que haces tú, Peter. Nunca vas a olvidar todo lo que he hecho, porque siempre sentirás algún pinchazo, aunque no sepas porqué.
Tengo muchas preguntas que me gustaría que Dios que contestara, además de porqué tengo que estar aquí... Por ejemplo, ¿por qué las pesadillas siempre empiezan disfrazadas de sueños? Y si es así, ¿podría ser esto una pesadilla?
Cuando te despiertas de una, sientes alivio. ¿En ese caso, me despertaré de esta tortura y todo será como antes, algún día? ¿Volveré a sentir algún día esa incertidumbre cuando me abrazas?
Ahora creo que no, pero todo es posible...

[Esta entrada la terminé ayer a las 3:45 a.m. Decidí releerla un poco más despierta antes de publicarla, por si desvariaba mucho al final, pero bueno, la he publicado, aunque sí desvarié bastante...]

Say you'll never leave me now, say you're gonna love me now
(SORAYA ARNELAS - DOLCE VITA
)

martes, 4 de diciembre de 2007

El as de guía (de Florette)

Bueno, hace mucho que no veo a Peter, demasiado. Ya empieza a escocerme, pero qué se le va a hacer, el p. trabajo y el p. instituto...
Ayer mi corazón saltó cuando vi que el sms que me había llegado era suyo. Me sorprendió, y me puse muy feliz, porque dijo que me echaba de menos... Si él me echa de menos, yo voy a explotar de un momento a otro. Si no le veo pronto creo que me moriré...

Bueno, cambiando de tema, que desde que Peter encontró este blog no me hace mucha gracia hablar así...

Hace tiempo empecé a meterme en un blog de BDSM. Ante todo, que quede claro que yo no creo que nunca hiciera nada así. Sólo me llama la atención, y me gusta leerlo, pero no para mí.

Dicho esto, cito textualmente: "(Miércoles 22 de febrero de 2006). En fin, es así como entiendo yo una relación bdsm, yo encuentro mi placer obedeciéndote, haciendo exactamente lo que a ti te haga feliz, deseando lo que tu desees, disfrutando de ser instruida por ti, modelada... y pienso que es recíproco, pues tu disfrutas con mi entrega y sumisión." Esto lo escribió Florette en uno de sus primeros post, y me parece que describe perfectamente estas relaciones, o al menos la suya, que al fin y al cabo es como yo creo que deberían ser todas (no sé si lo serán, no sé mucho de eso).
A la gente le pueden parecer muy chocantes este tipo de relaciones. Les parecen algo horrible. Lo confunden con el maltrato. Yo lo veo muy distinto. Leyendo ese blog no he llegado a otra conclusión que a la de que se quieren muchísimo, y me parece precioso, por eso. Por esa mutua comprensión y confianza a la que han llegado con tiempo y esfuerzo.

Yo no quería explicar todo esto, ni mi punto de vista. Sólo quería poner una entrada que me encantó, que me leyó el pensamiento cuando leí (Peter ya la ha leído, se la envié hace tiempo), pero he decidido explicar algo más, ya que la mayoría de la gente, como he dicho antes, está confundida respecto a este tema.

Bueno, aquí dejo esa entrada, que me encanta. Cuando la empecé a leer no vi a dónde quería llegar y por eso me resultó tan increíble. A estas alturas es relativamente difícil sorprenderme.
Pero es perfecta... Me encanta cómo lo escribió, o describió, y me lee el pensamiento. Yo no podría haberlo dicho mejor (he suprimido una parte con la que, lógicamente, no puedo sentirme identificada. El resto es igual):

(Miércoles 28 de marzo de 2007)

En esa exposición, nos acercamos al expositor, tomo un cabo y te pido que me recuerdes como se hace...

Recuerdos, aquella tarde también te lo pedí

... "Enséñame"

Sonríes

... "una serpiente, sale del lago, se enreda en el árbol y vuelve a entrar en el lago.... "

Recuerdos… sí como una serpiente has sido tú, enredándote en mis piernas, aprisionándome cada día más…

Intento, analizar, entender el porqué de esta sensación constante de bienestar, esta sonrisa que no se marcha de mi rostro y que tu mismo percibes.

[...]

Recuerdos...


-….sonríes-...los verdaderos marineros no necesitan de éste truco para hacerlo correctamente, pero a ti se te permite porque aun eres solo una grumete...

Practiqué toda la tarde, empeñada en aprender a hacer el as de guía como una autentica loba de mar, empeñada en agradarte, en hacerte sentir orgulloso de mi… descalza, en cubierta, acompañada del suave balanceo y la brisa salada del atardecer.

Y sonreí feliz cuando lo conseguí, y entre gritos te decía, ¡¡¡mira mira, lo he conseguido!!

-jaja... genial! con éste nudo puedes atar cualquier cosa sin miedo a que se deshaga, es el nudo más seguro... mientras más estiras, más fuerte se hace

Tú... has ido formando entre nosotros un nudo, tan fuerte como éste que me enseñaste a hacer ese verano... enredándote en mi, abrazándote, envolviéndome, subiendo por mis piernas, revolcándote en mi… encendiéndome. Tan firme que por más que estires... más aprieta

Aprietame... fuerte... hasta ahogarme…

En esta entrada, las partes en rosa fueron escritas por Florette
(http://laesclavadelbukanero.blogspot.com/)

viernes, 23 de noviembre de 2007

Canción optimista

Hoy he hecho un examen de una asignatura que no sabía cómo iba a aprobar, y me ha salido bastante bien! Es decir, no creo que apruebe ni de coña, pero porque ayer estudié una hora y hoy otra, sólo, pero da igual, porque me he dado cuenta de que es posible aprobar esa asignatura...! La próxima vez seguro que lo consigo y en el resto no tendré que recurrir a recuperaciones, porque ya sé que no me es tan difícil y no me rendiré antes de empezar. Me hubiera encantado decírselo a Peter, peto ha vuelto a desaparecer. Vuelvo a no saber de él, y a echarle de menos, pero me siento mejor, y no porque pueda olvidarle, sino porque ya no me siento igual... Por primera vez en todo este tiempo siento que puedo darle lo que quiere, es decir, esa amistad tan extraña... Pero no creo que vaya a dolerme, creo que puedo dejar pasar el tiempo, sin comerme la cabeza, sin prisas, sin necesidad de que me firme un contrato. Solos él y yo, y nuestro tiempo. quiero pasarlo bien con él, demostrarle lo que me hace sentir, y enmendar todo lo que he hecho mal este tiempo.
De veras que quiero seguir sintiéndome así. Quiero ser lo que tú quieres... Y por primera vez, además de desear todo esto, lo siento, es decir, me veo capaz.

Sí, te echo de menos, pero sé que no tengo motivos para enfadarme ni reprocharte nada. Y sí, te quiero más que a nada en el mundo, pero por ahora te tengo, de alguna forma, no tengo porqué buscar nada más.
De veras, me encantaría hacer lo que espera, sólo eso, hacerlo bien. Me encantaría hacer que se sintiera bien, por todas las veces que he hecho que se sienta mal. Por todas las veces que lo hice mal. Por primera vez en la vida creo que puedo hacer bien las cosas, sin excusas, sin prisas, sin buscar nada que pueda estropearlo. Sólo quería compartirlo con alguien... Y aquí no hay nadie.
Pd: enlazando: la canción esta es de indras, y ese grupo me recuerdan a pignoise, que me recuerdan a los hombres de Paco (porque hacen la banda sonora, digo yo) y eso me recuerda a Lucas y Sara, que me recuerdan a Peter y Campanilla (es decir, yo y mi Peter). Siempre me gustó esa serie, pero realmente da pena ver lo que ha pasado... (no lo voy a contar, así que os j... si no sabéis a qué me refiero).
Pd2: Sí, es realmente increíble que yo sea optimista, y más hablando de Peter y mis estudios, así que...

¡El juego del destino fue elegir tus ojos, de repente,
brillando entre la gente!

Hoy todo vuelve a sonreír;
ya lo estás logrando,
no hay momentos malos
y nada vuelve a ser igual.
Mi canción optimista suena sin prisas...
¡Te miro y encuentro
el sentido de la vida!

Indras, "Canción optimista".


lunes, 19 de noviembre de 2007

Paranoias de una Peter Parker


Mientras iba en el tren ayer releí algunas partes de los comics que me prestó, de Spiderman. Yo nunca había llegado a ver a Mary Jane y Spiderman casados. Peter (Parker, claro) es tan majo... Me recuerda a mí, siempre comiéndose la cabeza por sus múltiples problemas, por Mary Jane, e intentando aparentar calma.
Cuando empecé este blog fue por puro y simple desahogo. Ya lo expliqué: aquí escribía todo para Peter, pero no se lo enviaba. Así evitaba... no sé el qué, pero lo evitaba. Cuando leí el Blog del Hada que perdió su Magia no entendí cómo era capaz de escribir esas cosas sabiendo que el chico del que siempre hablaba lo leía. Ayer me enteré de que Peter llegó a este blog. No sé cómo, y tampoco quiero saberlo, la verdad, porque esa razón es un fallo mío que no sopesé cuando estaba creándolo. Cambié mi nick de siempre por Campanilla, por ejemplo, para que nadie pudiera llegar aquí a través de él... y pensé muchas cosas así, pero algo falló, y ahora ha leído todo. Contrariamente, me ha invitado a seguir escribiendo, no sé muy bien por qué. Desde luego, yo le
dije que en cuanto pudiera lo borraría todo, pero ya véis, no lo he hecho, estoy escribiendo una nueva entrada... Como pensé que nunca haría, y todo porque él me lo dijo. Otra vez, tú ganas.
Hice mal en quedar con él, sabía que con una simple frase me convencería para hacerme cambiar de opinión, aunque lo hubiera pensado tanto tiempo... Aunque mi lógica aplastante me dijera que era lo único que podía hacer, y al final, para qué? Para que ahora no le encuentre nada de sentido.
(Realmente me cuesta escribir como antes, ya no es lo mismo, pero haré lo que pueda).
El año pasado no pudimos pasar la Nochevieja juntos, por circunstancias de la vida (y también habría algo de que algunas de las partes no querían del todo, porque queres es poder, no?) pero me prometió que este año sí lo pasaríamos juntos.
Claro, que tontería... ¿Quién me dijo que este año todo seguiría igual a estas alturas? Aún así, me ha dicho que podríamos, no creo que se acuerde de esa promesa, sólo ha dicho que todos estarán fuera. Estoy segura de que unos días antes le empezarán a llover ofertas, y la suya quedará enterrada, si es que no la olvida antes, pero bueno, el caso es que no llegué a responderle, como otras mil cosas que no le he dicho en este año y medio, sólo pensé la respuesta, y no me atreví a decirla. Está claro que me encantaría, aunque sólo sea porque no tiene a nadie más, y aunque mis amigos se mosqueen, no importa. Al menos, tengo seguro verle en su cumpleaños (todo lo seguro que puede ser, porque ya se sabe que eso puede cambiar por un simple olvido, o un simple: "Creí que..."). Y claro, al decirme todo eso, cómo iba a negarle el volver a vernos? ... cuando el año pasado pedí una semana libre lo más cerca que pude de su cumpleaños para esto. No sé, sólo se que ya no lo veo tan claro, no quiero dejar de verle. Bah, qué mierda.
Sólo me dijo que dejara de comerme la cabeza. Como si eso fuera posible en mí. Como
si no llevara intentándolo toda mi vida...
Pd: lo siento por no entretenerte, creo que no he puesto nada que no sepas. Ya ves.


miércoles, 14 de noviembre de 2007

Los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas...


Yo no estoy hecha para vivir sin ti...


Imagen: Luis Royo

martes, 13 de noviembre de 2007

Jugando al escondite

Peter. Eh, Peter! Te acuerdas? Una vez me hiciste una foto, y yo no quería, me tapé. Cuando más tarde la estabas observando, ya solo, sin mí, te diste cuenta que entre mis dedos me asomaba, para mirarte. Esa imagen te gustó mucho... Aunque la perdieras, yo me sigo acordando de ella.
Hoy te he dicho que no podemos volver a vernos, porque te quiero tanto que me mata verte y saber que no puedo recuperarte, que nunca volveré a besarte... He conseguido convencerte de que me borraras, porque yo no era capaz... pero con la condición de que cumpla mi palabra, y sino... no volverías a alejarte de mí.
Hace sólo unas horas y ya me estoy arrepintiendo. No paro de pensar en que has dicho que no me habías olvidado, aunque no sé a qué te referías, aunque sé que aunque fuera cierto no volverías conmigo... No paro de pensar en que has intentado evitarlo por todos los medios, has dicho que no lo aceptas... Tú, que siempre eres tan indiferente.
No paro de pensar en que te quiero, y me muero por verte. En que me has prometido abrazarme cada vez que me mate no tenerte, y que ahora lo deseo más que nunca...
Hacía tiempo que no me pasaba esto, llorar desconsoladamente como una cría, por ti. No sé si cumpliré mi palabra, pero ahora sólo me apetece llamarle, y preguntarle qué querías decir con eso de que no me había olvidado... Sé que nadie me lee, pero si alguien cayera por casualidad aquí, me gustaría que me aconsejara. Nunca he estado tan perdida. Necesito llamarle, verle una última vez, pero claro... eso es estúpido. Si no puedo ahora, ¿por qué voy a poder hacerlo más tarde?
¿Lo hago, juego a esconderme, como siempre has hecho tú, pero para siempre?
Qué perdida estoy...

Nena, he estado aquí antes.
He visto esta habitación y he andado por este suelo.
Sabes que vivía solo antes de conocerte.
Y he visto tu bandera en ese arco de mármol,
y el amor no es una manifestación de victoria,
es un frío y roto "Aleluya".
[Baby I've been here before
I've seen this room and I've walked this floor
You know, I used to live alone before I knew ya
And I've seen your flag on the marble arch
and love is not a victory march
it's a cold and it's a broken hallelujah]
Hallelujah, by Jeff Buckley

lunes, 12 de noviembre de 2007

Sueños


Ayer, después de enviarte ese mail, me fui a dormir. Me acurruqué en la cama y cerré los ojos con todas mis fuerzas. Con todas mis fuerzas te imaginé a mi lado. Siempre me resulta tan fácil creerme mis sueños... De repente estabas ahí, acariciándome, oí cómo volvías a decirme que me querías, lo recuerdo perfectamente. Sentí tu mano en mi espalda;
me abrazabas, porque aunque lo haya sentido pocas veces en la vida, aunque casi nunca me abrazabas, lo recuerdo tan nítidamente...
Mi móvil se encendió. La batería ya estaba cargada, y eso había sido suficiente para despertarme de mi sueño. No, no te vayas, todavía puedo soñar un poco más contigo, sé que todavía estás aquí, y que no estoy sola... Que me quieres.
Ayer volvían a asaltarme todas esas dudas, porqué dejaste de quererme, qué hice mal. Y otra vez ese dolor... que no aguanto... Pero pude relajarme. Pude volver a mis sueños. Volví a sentir como si estuvieras conmigo, durmiendo a mi lado, dándome calor, arrebatando ese frío que hay en mí y del que no soy capaz de librarme.
Desde ayer sueño mucho, y por eso vuelvo a sentir mucho dolor, porque cada poco me despierto y me doy cuenta de que no es cierto, y eso duele más que mil cuchillos.
Sí, lo creía, pero es mentira. Sigo sintiendo lo mismo. Sigo queriéndote. Tengo que dejar de verte. Tengo que olvidar que existes. Tienes que morir para mí, por favor.
Nunca me había dolido tanto soñar, y es que no es cierto eso de que lo peor es añorar lo que nunca sucedió. Cuando yo imaginaba cosas, no me dolía tanto despertarme. No tanto como haberte perdido. Vuelvo a llorar como antes, aunque hacía mucho que no me pasaba.
Y no sé para qué escribo esto, si nunca lo vas a leer.

Daría TODO porque volvieras a quererme...




Escóndete un mundo y que nadie lo vea... (Héroes del silencio)
(Imagen de Jim Warren)

viernes, 2 de noviembre de 2007

Love hurts...

Ayer mi amiga Luna volvió a preguntarme por Peter. Siempre lo hace, y siempre la digo que deje de hacerlo, que deje de recordármelo. Su pretexto fue que quería saber qué tal estoy yo, y que a veces está bien poder hablar con alguien, que a ella la alivia contarme cosas. La dije que yo me aliviaba si consegía olvidarme de él un momento, rara vez lo consigo, aunque últimamente es mucho más fácil, porque le veo muy de vez en cuando. Ya hace dos semanas, creo, o más. Me pidió perdón, y después de sacarme una medio respuesta (que yo estaba mejor, que ya no era lo mismo ni me dolía tanto, todo esto con un creo detrás, y que no me volví a liar con él) desistió, y siguió contándome sus cosas, hablándome de sus preocupaciones... pero yo ya no podía dejar de pensar en Peter. Le echo de menos, y sí, quizás no es como antes, pero al hacerme recordar nuestra historia... Volví a sentir algo parecido, esa cabezonería que durante tanto tiempo me empeñé en tener, ese: Sé que yo estoy hecha para ti, y nunca voy a renunciar a eso, y te voy a esperar siempre. Y todo, porque me dijo: "Sí, cuando os acababais de conocer, me dijiste que nunca pensabáis en besaros, pero al final siempre lo hacíais, porque ya era costumbre...". Nunca estuvimos sin hacerlo... Y por eso ahora es tan raro verle, y no intentar cogerle la mano ni besarle, es más, apartarme cuando él lo hace o se acerca un poco a mí, decirle que no me toque, porque me encantaban sus manos, y tengo mucho miedo de recordarlas y volver a depender de ellas... Y él siempre tan seguro, intuirá que no es cierto que le he olvidado del todo, porque siempre queda algo, y yo le quería demasiado, le necesitaba demasiado, y sigue tocándome como siempre hace. Es tan frío... pero necesita tocar a la gente, siempre, es la única muestra de que siente que puede sacar alguien que no le conozca mucho, algo le da ese tacto del que no puede prescindir... Y que tanto temo yo. Le dije que no volvería a tocarme (si no era una caricia tipo amigos, ya me entendéis), y no sé si no se lo creyó, o si sólo intentaba no dejar ver que le molestaba, pero se rió. Yo tampoco sé si creérmelo, porque hacerlo sería aceptar que nunca volverá a quererme... Y sí, estoy segura que decir eso me dolió más a mí que a él. Quizás él sepa que bastaría con un gesto suyo para que yo olvidara e ignorara todo el esfuerzo que he hecho para olvidarle. Nunca me prometió que estaría siempre conmigo, pero me dijo tantas cosas que yo lo creía... Tengo que volver a quitármelo de la cabeza, y evitar que Luna me lo recuerde, pero no sé qué es más difícil de las dos cosas...




Before you take my heart, reconsider
(Texas, Summer Son)

lunes, 29 de octubre de 2007

Cualquiera puede dominar un sufrimiento... excepto el que lo siente



Sí, es tarde, tarde para hablar con nadie, y no porque ya estéis todos durmiendo, sino porque no hay nadie con quien contar.
Gracias por contestarme al mensaje, claro, luego me reprochaste que yo no te contesté en seguida. Perdona, se me olvidaba que sólo tú puedes desaparecer, yo no. Yo siempre estoy aquí para ti, y lo que es más importante; al segundo.
Gracias por decirme que todavía estabas vivo, que no pasaba nada, sólo que últimamente estás "un poco perdido para todo y para todos". Ah, bueno, yo no sabía si te había pasado algo... y a ti sólo se te había olvidado...
Eso fue hace casi una semana. Vuelvo a estar igual, pero no sé porqué, ahora creo tener la certeza que estás bien, sólo que no te acuerdas de mí. Te odio, más profundamente que nunca. Te dije que no quería odiarte, por qué me obligas... Antes sabía que si no fuera por mí no volvería a verte ni a saber nunca de ti, pero ahora, ni siquiera mis esfuerzos cambian eso.
No quería que nada cambiara, sabía que me arriesgaba, y te he perdido. No debería haberte apostado, ya te perdí hace tiempo, y lo poco que me quedaba...
Ya no tengo nada que me consuele.
Últimamente siempre me duele la cabeza, siempre tengo pesadillas, siempre me desvelo... Pero sigo echándote de menos, aunque sea poco, o mucho, no lo sé, pero eso nunca cambia.
¿Qué me has hecho?
Déjame dormir, por una puta vez en la vida. Déjame descansar.

Río, lloro y paso de todo por el bien de los dos...
(Coti)

miércoles, 24 de octubre de 2007

No voy a dejar de hablarte sólo porque no me estés escuchando...

Sí, sé que la gente suele tenerme miedo, o algo peor...
No se lo reprocho.
A veces, me siento mal, me duele tanto que no puedo aguantarlo.
Nunca he podido aguantar un dolor de cabeza por mucho rato. Cuando pasa demasiado tiempo, me dan ganas de arrancarme la cabeza. No suele pasarme, así que me da igual, no me preocupa...
Pero este dolor... este dolor es peor que cualquier dolor físico.

El otro día, vi un capítulo de Queer as folk, esa serie tan rara y tan... morbosa. No me gusta, pero tenía insomnio, y contrariamente, no había nada más. Así que nada, había un chico, mirando a otro en clase, dibujándole... desnudo. El profesor, (supongo que se había dado cuenta) le pregunta qué es desear, él mirando de reojo al chico todavía, le responde que es ansiar desesperadamente, hasta que duele.
- ¡Exacto! Tiene que doler... ahí está la clave, sino, no vale.

Tiene que doler... ¿Alguna vez habéis sentido dolor psíquico? No sé cómo se llama, pero vosotros me entendéis. Yo lo siento a menudo. No lo aguanto... A veces siento tanto dolor, que tengo que rajarme con unas tijeras, y hasta que no veo la sangre, no me alivio. No me duele, todo lo contrario. Ese dolor, el que produce una herida, no es nada, comparado...
Hay gente que se alarma mucho por los que nos autolesiobamos. No es para tanto, a mí me parece una tontería. Cuando te duele la cabeza, te tomas una aspirina, pero no hay aspirinas para cuando te duele el corazón, así que... algo tengo que hacer. Una vez que sientes dolor físico el otro parece menos real.
Hace mucho tiempo que no lo hago, y por ahora lo llevo bien, aunque hago otras cosas que seguramente a la larga me dejarán peores secuelas. Pero Peter me lo pidió... Me dijo que si volvía a verme una herida no volvería a hablarme, se iría sin decirme nada. Supongo que ahora, que me ignoras, que no sé nada de ti, que si te hubieras muerto todo sería igual desde mi lado del río, puedo rajarme, no? Puedo hacer lo que quiera. ¿Dónde estás? Joder, ¿te has olvidado de mí? Sabes cuánto me duele no saber de ti...
Sé que mucha gente me tiene miedo, por eso y muchas otras cosas. No se lo reprocho. Yo también tengo miedo.

martes, 16 de octubre de 2007

Carta para Peter

(Escrita el 3 de octubre de 2007)

Estuve intentando conseguir unas Campanillas preciosas en el Corte inglés, pero estaban envueltas, así que tuvimos que tantearlas para ver cómo era la forma. Me recordó tanto a los Spidys que intenté conseguirte... Sé que te encantarían esas Campanillas. Son preciosas, seguro que te hubieran gustado... Seguro que la enfadada te habría recordado a mí... He hecho mal en leer todos los mails que tengo tuyos. No hago más que recordarte, y tengo tantas ganas de escribirte... Seguro que piensas que ya no me acuerdo de ti, pero me duele muchísimo todo esto y cada día que pasa me pregunto si realmente servirá para algo más que para hacerme daño, pero verte también me hacía daño, y a ti también, así que no sé qué es peor... Sólo sé que no paro de pensar en ti. Sólo deseo olvidarte para poder volver a verte... No es estúpido? Qué sentido tiene? A lo mejor, ninguno. Claro, fue idea mía, así que no sería raro... No hago más que oír a James Blunt, y mil canciones más que me recuerdan a ti, y recordar todo lo que te debo, y todo lo que me debes (ir a la pisci, enseñarte mi ciudad*, pasar la Nochevieja juntos...). Está claro que nuestra relación sólo fueron un montón de promesas sin cumplir, incluyendo la de no volver a enfadarme, no volver a hacerte daño, cambiar... Soy una mentirosa. Sé que nunca he podido ser mejor, y sólo te mentí para retenerte. Es cierto que nunca debí conocerte, no lo dije por hacerte daño, pero ya da igual, porque fui una estúpida y accedí, porque me convenciste, y dejé que me enamoraras, dejé que entraras en mi vida y ahora no sé cómo sacarte... No sé cómo hacer que salgas de mi cabeza. Sólo van 2 semanas y 3 días... Parece que hace años que no te veo, voy a morirme. Sólo deseo que llegue diciembre, para tener que escribirte por la estúpida excusa de tu cumple, o navidad, o lo que sea... Necesito saber de ti, pero tú no me vas a escribir, y yo tampoco puedo. Sé que aunque quisieras (cosa que dudo a horrores, ya que no me extrañaría que estuvieras felizmente con alguna y me hubieras olvidado) no lo harías... Eres tan orgulloso!! Como la rosa del Principito. Eres como un principito...
Dios... cómo te echo de menos...
Cuánto te quiero...

Son la 1 a.m., y empiezo a desvariar.





(No llegué a enviársela...)


domingo, 30 de septiembre de 2007

Duele...


Esto es, sin duda, lo más difícil que he hecho en toda mi vida. Por una vez que decido hacer lo que debo, como haría un adulto, y es como si me quemara viva.
Me duele, me duele no verte.
Se ha roto el corazón que colgaba de mi móvil, ese que puse un día esperándote cuando habíamos quedado y llegabas tarde, y que tanto me recordaba a ti. En vez de arreglarlo, he puesto una extrellita, pero da igual, porque tu foto sigue saliendo en el móvil de vez en cuando, aleatoriamente, entre las demás, y me dan ganas de llorar cada vez que te veo, y debería borrarla, pero no puedo, porque a veces me gusta mirarla.

Sólo hace dos semanas que no te veo, y siento que hace años.
El otro día estuve en Madrid, en la noche en blanco, o como se llame. No me gustó. A las dos volvimos, y cuando llegamos a las 3 o así a Avenida de América para coger el bus, había tanta gente que perdimos 3 (hasta las 6 no salimos de allí).
Imagínate, 3 horas ahí tirada, mientras mis dos amigas jugaban a palabras encadenadas para no acabar congeladas, y yo me puse a oír música (error). Todas las canciones de la radio hablaban de ti. Y ese sitio... No hacía más que vernos en él, sentados en el banco de al lado, esperando el bus...
... me vi a mí cruzando la calle corriendo para no perderlo, la primera vez que quedé contigo, y me daba igual realmente no saber dónde tenía que cogerlo ni si lo perdía, porque estaba tan feliz... Y siempre que pienso esas cosas acabo llorando, porque me duele muchísimo, y te echaba tanto de menos que pensé en llamarte, o lo que sea, porque a lo mejor piensas que no me acuerdo de ti, aunque me acuerdo a cada segundo, y te dije que sería así.

Le dije a mi amiga que estaba preparada para ir a Madrid, pero acabé llorando en una cera de Avenida de América, mientras me congelaba y deseaba que cualquiera me diera una razón para pegarle y así desahogarme... Supongo que no era cierto, no debí ir.
Hoy quizás vaya al Retiro y a Príncipe Pío. Espero ser más fuerte. He dormido más, y no tengo porqué recordarte, y no voy a escuchar la radio... Todo tiene que ir mejor.

Después de eso, quería escribirte un mail, pero no puedo, no debo. Tengo que olvidarte, y por ahora voy bastante mal, ¿sabes? No estoy ni cerca. Sigo queriéndote lo mismo. Así que lo escribo aquí, que es lo mismo, pero es imposible que lo leas. Quizás así se me quita de la cabeza esta necesidad de escribirte o llamarte o algo... Me muero por saber de ti. ¿Estarás bien? ¿Me echas de menos, o ya me has olvidado?

Esto es horrible...
Te quiero, cariño. Y eso me duele tanto...



(Todavía soy tuya)

Y mi cabeza que no para de pensarte... Y cómo pesas...
(Huecco, Idiota).

No digas que no pienso en ti; no hago otra cosa... que pensar(te)...
(Alejandro Sanz)

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Y estaba contentísima...


... cuando te conocí, siempre me sentía mejor que en toda mi vida... Nadie me ha hecho nunca sentir así.

Por eso, sólo deseo oír de nuevo alguna vez de tu boca que me quieres, no como amiga, sino como antes, vivo por volver a oírlo. Gracias por todo lo que me diste.

Te dedico esta canción a ti, mi vida, mi amor. Yo sí te sigo queriendo como el primer día que hablamos, el primer día que te vi, el primero en que nos peleamos y el último, cuando me hundí y lloré sobre ti porque sabía que te había perdido, y ni siquiera entendía porqué.



Ahora que estarás muy sola
entre sabanas y cama
dime ahora qué es lo que harás.
Todo ya es casualidad
Ahora ya no soy un peso
Dime cuál excusa inventarás.

Inventarás que no hay tiempo,
que todo ya se ha apagado...
Inventarás que ahora te amas mucho más.
Inventarás que ya eres fuerte
Inventarás que fue la suerte
Riendo encontrarás tu excusa
Una más…

Y estaba contentísimo
De noche esperándote bajo tu casa
Apriétame la mano ya nos vamos.
Sí que estabas contentísima cuando mirando Amsterdam
no te importaba
que la lluvia ya cayera.
Sólo una vela era hermosísima...
Recuerdos y recuerdos que me sugerían
que de todas formas algún día diré
que estaba contentísimo
pero nunca te dije que gritaba adentro
¡Dios, aun mas todavía…!

Algo siempre te consuela
Ríes cuando el tiempo vuela
Pero hay algo que no vuelve aún
Hay gran frío y no te tapas
Hay que quiero que tú sepas
que no me convencerás jamás.
Que hace calor desde cuando
No me tienes a tu lado
Que estás mejor y que ahora ríes mas

Estribillo

Y mi recuerdo te alcanzará
Sólo si estarás muy mal
Si al contrario estarás bien solo miraré
porque lo que siempre pedí al cielo
es que esta vida te donara amor verdadero
Entonces…

Estribillo


Y estaba contentísimo
y nunca te dije que gritaba adentro
Dios aun más todavía…


viernes, 7 de septiembre de 2007

Para mi Peter Pan


Cuando tenía un blog de msn, escribía canciones, listas de música, ponía fotos... e incluso algunas entradas eran de mi propia cosecha. Todas iban para él, pero nunca mencionaba su nombre, porque pensé que no le haría gracia que le mencionara y, además, todo el mundo sabía de quién hablaba; quién estaba siempre en mi cabeza.
Sin embargo, un día Peter me reprochó que nunca le mencionaba, y yo me sorprendí muchísimo de que no se hubiera dado cuenta, como todos, de que cada palabra era para él.
Ahora que ya no es mío, le dedico este blog, y esta vez lo dejo bien claro, que todo lo que hago es para él, pero claro... él no lo leerá, ni sabrá que existe.
Dejamos que haya tantas mentiras en el mundo... Sin luchar porque se sepa la verdad.



Para ti, mi Peter Pan. Siempre tuya,

Campanilla

You are in my mind all of the times... I know it's not enough (U2, Electrical Storm)