viernes, 2 de noviembre de 2007

Love hurts...

Ayer mi amiga Luna volvió a preguntarme por Peter. Siempre lo hace, y siempre la digo que deje de hacerlo, que deje de recordármelo. Su pretexto fue que quería saber qué tal estoy yo, y que a veces está bien poder hablar con alguien, que a ella la alivia contarme cosas. La dije que yo me aliviaba si consegía olvidarme de él un momento, rara vez lo consigo, aunque últimamente es mucho más fácil, porque le veo muy de vez en cuando. Ya hace dos semanas, creo, o más. Me pidió perdón, y después de sacarme una medio respuesta (que yo estaba mejor, que ya no era lo mismo ni me dolía tanto, todo esto con un creo detrás, y que no me volví a liar con él) desistió, y siguió contándome sus cosas, hablándome de sus preocupaciones... pero yo ya no podía dejar de pensar en Peter. Le echo de menos, y sí, quizás no es como antes, pero al hacerme recordar nuestra historia... Volví a sentir algo parecido, esa cabezonería que durante tanto tiempo me empeñé en tener, ese: Sé que yo estoy hecha para ti, y nunca voy a renunciar a eso, y te voy a esperar siempre. Y todo, porque me dijo: "Sí, cuando os acababais de conocer, me dijiste que nunca pensabáis en besaros, pero al final siempre lo hacíais, porque ya era costumbre...". Nunca estuvimos sin hacerlo... Y por eso ahora es tan raro verle, y no intentar cogerle la mano ni besarle, es más, apartarme cuando él lo hace o se acerca un poco a mí, decirle que no me toque, porque me encantaban sus manos, y tengo mucho miedo de recordarlas y volver a depender de ellas... Y él siempre tan seguro, intuirá que no es cierto que le he olvidado del todo, porque siempre queda algo, y yo le quería demasiado, le necesitaba demasiado, y sigue tocándome como siempre hace. Es tan frío... pero necesita tocar a la gente, siempre, es la única muestra de que siente que puede sacar alguien que no le conozca mucho, algo le da ese tacto del que no puede prescindir... Y que tanto temo yo. Le dije que no volvería a tocarme (si no era una caricia tipo amigos, ya me entendéis), y no sé si no se lo creyó, o si sólo intentaba no dejar ver que le molestaba, pero se rió. Yo tampoco sé si creérmelo, porque hacerlo sería aceptar que nunca volverá a quererme... Y sí, estoy segura que decir eso me dolió más a mí que a él. Quizás él sepa que bastaría con un gesto suyo para que yo olvidara e ignorara todo el esfuerzo que he hecho para olvidarle. Nunca me prometió que estaría siempre conmigo, pero me dijo tantas cosas que yo lo creía... Tengo que volver a quitármelo de la cabeza, y evitar que Luna me lo recuerde, pero no sé qué es más difícil de las dos cosas...




Before you take my heart, reconsider
(Texas, Summer Son)

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