Todavía me dueles (6111)

(La mayoría de esta entrada la escribí el 3 de abril, a las 3:47 a.m.)

Supongo que pensarás que lo primero que debería dejar de hacer es escribir aquí y que por eso es otro farol... Bueno, tiempo al tiempo... Esto es como quitar una tirita: primero levantas suavemente un extremo; es como dejar de fumar: primero guardas los ceniceros y mecheros para que no te lo recuerden... (yo nunca he dejado de fumar, pero cosas que se leen...). Supongamos: Escondo tus regalos, bien, pero ¿y las figuritas de Campanilla que me costaron tanto? No podría guardarlas, pero cada vez que las miro me recuerdan a ti...
¿Y mi habitación entera? Recuerdo cuando te conté que cambiaron... Y no puedo cambiar ni esconder todos los muebles. Y no quiero esconder tu osito de peluche. Siempre que me siento mal me hace sentir mejor abrazarle desde que tú no lo haces.

Y no exagero. Cuando "quieres" acordarte de alguien puedes encontrar excusas en todo, es normal... Hablamos de amor infinito, puro, incondicional... No vale con esconder ceniceros y cenizas. Aunque pueda ayudar.
Esta vez sí te quitaré del msn. Sí borraré tu foto del móvil. Es más, el otro día pensaba que en casa época de mi vida he tenido un móvil distinto. Está claro que tú has sido una época muy importante, así que no debe ser coincidencia mi cambio de móvil. Me llegará en unos días... Éste también me recordará a ti ¿Te acuerdas? Te dije que me encantaba, y me convenciste para que no me gastara tanto dinero en un móvil; de todas las personas que me lo dijeron fuiste el único que me hizo ver que era demasiado dinero, pero lo he conseguido más barato.
Quizás no sea todo tan difícil. He decidido escribirte un mail (cosa que está bien, porque seguro que no lees nada de lo que escribo)... Quizás lo estemos haciendo demasiado difícil. Quizás no tengamos que borrarnos del todo... Quizás sí pueda tener noticias tuyas de vez en cuando, saber que estás bien, y así no será tan difícil. Me gustaría saber qué piensas de todo esto.
Espero que no estés enfadado, espero que me quieras... Espero tantas cosas imposibles...
Sólo espero saber de ti.

Mientras escribo sobre la arena la frase tonta de la semana, aunque no estés para leerla (La quinta estación)